Los consumidores están cada vez más comprometidos con la sostenibilidad y exigen transparencia por parte de las empresas en sus prácticas ambientales y sociales. Este cambio en las expectativas ha llevado a una mayor demanda de información clara y verificable sobre las iniciativas sostenibles de las marcas.
La transparencia como requisito, no como opción
Los consumidores actuales buscan activamente empresas que no sólo proclamen su compromiso con la sostenibilidad, sino que lo demuestren con hechos concretos. Según un estudio de IBM (2024), el 62% de los encuestados están dispuestos a cambiar sus hábitos de compra para reducir el impacto ambiental, y la mitad de ellos están dispuestos a pagar un precio extra por la sostenibilidad, en promedio, de un 70%.
Para responder a esta demanda, las empresas deben adoptar estrategias de comunicación que incluyan informes detallados, certificaciones reconocidas y métricas claras sobre su impacto ambiental y social.

La publicación de datos sobre el uso de recursos, las emisiones de carbono y las condiciones laborales en sus cadenas de suministro es fundamental para generar confianza.
El impacto del greenwashing y las regulaciones emergentes
El greenwashing, o lavado de imagen verde, ha erosionado la credibilidad de muchas marcas, ya que algunas han exagerado o falseado sus iniciativas sostenibles con fines publicitarios. Esto ha llevado a una reacción tanto de los consumidores como de los reguladores. Un informe de la Comisión Europea (2024) señala que se han intensificado los esfuerzos para combatir el greenwashing, imponiendo nuevas regulaciones para asegurar que las etiquetas de los productos reflejen verdaderamente su sostenibilidad
En respuesta a esto, las autoridades en diversas regiones del mundo han comenzado a exigir mayor precisión en la publicidad ambiental y han impuesto sanciones a empresas que difunden información engañosa sobre su sostenibilidad.
En la Unión Europea, por ejemplo, se han desarrollado normativas más estrictas para asegurar que las empresas sustenten sus afirmaciones ecológicas con pruebas verificables. Mientras tanto, en América Latina, la presión de la sociedad civil y de grupos de consumidores ha impulsado un mayor escrutinio público sobre las promesas de sostenibilidad empresarial.
Herramientas para fortalecer la transparencia
Para evitar caer en prácticas engañosas y mejorar la comunicación con sus consumidores, las empresas pueden adoptar las siguientes estrategias:
- Certificaciones reconocidas: Implementar estándares como B Corp, ISO 14001 o certificaciones de comercio justo.
- Reportes de sostenibilidad: Publicar informes periódicos con indicadores clave de desempeño ambiental y social.
- Trazabilidad en la cadena de suministro: Mostrar con claridad el origen de las materias primas y las condiciones de producción.
- Compromiso con la mejora continua: Establecer metas medibles y comunicar avances de forma honesta y accesible.
- Uso de tecnología para verificación: Blockchain y otras herramientas digitales pueden garantizar mayor transparencia en la cadena de suministro.
Ejemplos de empresas comprometidas con la transparencia
Algunas compañías han logrado diferenciarse positivamente en el mercado gracias a su compromiso con la sostenibilidad y la transparencia. En Panamá, la empresa Bonlac ha implementado prácticas responsables en su producción láctea, asegurando procesos sostenibles en el manejo de residuos y reducción de consumo de agua. Otra compañía panameña, Café Durán, ha desarrollado iniciativas de abastecimiento responsable y certificaciones que garantizan un impacto ambiental y social positivo.
A nivel internacional, Unilever ha desarrollado la iniciativa «Futuro Limpio», donde reporta sus avances en reducción de emisiones y economía circular. Estos casos demuestran que la transparencia no solo es un deber ético, sino una ventaja competitiva en un mercado cada vez más exigente.
Podemos decir que la transparencia en las prácticas sostenibles no es sólo una tendencia, sino una necesidad ineludible en el mundo empresarial actual. Las empresas que asuman un compromiso real con la sostenibilidad y lo comuniquen de manera clara y honesta no solo ganarán la confianza de sus consumidores, sino que también estarán mejor preparadas para cumplir con regulaciones emergentes y contribuir a un futuro más responsable y equitativo.
En este contexto, es fundamental que las empresas se sometan a diagnósticos ambientales que les permitan medir y mejorar su desempeño en sostenibilidad. Conocer el desempeño ambiental de tu empresa te permite tomar decisiones para optimizar recursos y ganar rentabilidad en tu negocio.
El Diagnóstico de Desempeño Ambiental es una herramienta de evaluación de aspectos como la planificación ambiental, uso de recursos, gestión de la información, cumplimiento legal ambiental, gestión de emisiones, riesgo legal ambiental y perspectiva de ciclo de vida.

Si no cuentas con un plan de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), podrás crear uno ajustado a tus necesidades, con sus respectivos indicadores. Por el contrario, si ya dispones de un plan de RSE, es posible evaluarlo y aplicar recomendaciones para su mejora.
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