La urgencia de enfrentar el cambio climático ha impulsado transformaciones profundas en los sistemas económicos y productivos. Sin embargo, no basta con descarbonizar las economías: también es necesario asegurar que los impactos sociales de esta transición se gestionen de manera equitativa.
Aquí surge el concepto de transición justa: una estrategia que busca proteger a las personas trabajadoras, las comunidades y los sectores vulnerables durante el camino hacia una economía más sostenible.
¿Qué significa «transición justa»?
La transición justa se refiere a un conjunto de principios, políticas y prácticas destinadas a garantizar que los cambios hacia economías bajas en carbono sean inclusivos, equitativos y no dejen a nadie atrás. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), implica crear empleos decentes, proteger los derechos laborales, y ofrecer apoyo y protección social a los trabajadores y comunidades afectadas (OIT, 2023).

La definición de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) la enmarca como un pilar esencial para lograr una transición climática efectiva y socialmente inclusiva, estableciendo que el objetivo es «minimizar las disrupciones sociales y maximizar las oportunidades de desarrollo inclusivo» (CMNUCC, 2023).
Origen del concepto
El término surge en los años 70-80 en movimientos sindicales norteamericanos preocupados por los empleos perdidos debido a nuevas regulaciones ambientales. Más adelante, se integra formalmente en procesos climáticos globales, como el Acuerdo de París (2015) y el Pacto de Solidaridad de Sharm el-Sheikh (COP27, 2022), donde los países reafirmaron la necesidad de considerar la transición justa en sus planes climáticos nacionales.
¿Por qué es crucial hoy?
En 2024, el informe «World Employment and Social Outlook 2023: Greening Jobs» de la OIT revela que, aunque la transición verde puede crear más de 100 millones de nuevos empleos netos a nivel global para 2030, también existe riesgo de pérdida de aproximadamente 80 millones de empleos si no se planifica adecuadamente【1】.
Sin estrategias de transición justa, las desigualdades podrían ampliarse, exacerbando la pobreza y la exclusión social.
Principios fundamentales de una transición justa
- Consulta social y participación inclusiva.
- Protección de ingresos y derechos laborales.
- Formación, recualificación y educación para nuevos empleos verdes.
- Inversión pública y privada en regiones y sectores vulnerables.
- Equidad intergeneracional y de género.
Ámbitos de aplicación
Aunque suele hablarse principalmente del sector energético (por la urgencia de descarbonizar), la transición justa abarca muchos más sectores: agricultura, transporte, construcción, turismo, industria manufacturera y servicios.

Retos actuales
- Falta de políticas nacionales de transición justa: Según el informe del PNUMA (2024), solo 25% de los paísescuenta actualmente con estrategias claras de transición justa dentro de sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs)【2】.
- Débil financiación: La financiación climática destinada a apoyar transiciones justas representa apenas el 2% del financiamiento climático internacional (Climate Policy Initiative, 2023)【3】.
- Brechas de capacidades laborales: La falta de competencias adecuadas es una de las principales barreras para acceder a nuevos empleos verdes.
La transición justa no es un «complemento» de la acción climática: es su corazón social. Sin una planificación deliberada que integre justicia social, el futuro verde que buscamos podría ser profundamente desigual.
Referencias:
- OIT (2023). World Employment and Social Outlook 2023: Greening Jobs. https://www.ilo.org
- PNUMA (2024). Emissions Gap Report 2024. https://www.unep.org/resources/emissions-gap-report-2024
- Climate Policy Initiative (2023). Global Landscape of Climate Finance 2023. https://www.climatepolicyinitiative.org/publication/global-landscape-of-climate-finance-2023/
