En la búsqueda por implementar acciones sostenibles, muchas pequeñas y medianas empresas (PYMES) cometen un error frecuente: adoptar modelos de sostenibilidad vistos en grandes corporaciones o en otros países, sin adaptarlos a su propia realidad.
Esta práctica, aunque bien intencionada, suele generar frustraciones, inversiones ineficientes y resultados poco relevantes.
Cuando lo global no aplica a lo local
Las grandes empresas suelen tener acceso a mayores recursos financieros, tecnológicos y humanos, además de operar bajo marcos normativos específicos que muchas veces no son aplicables a las PYMES, especialmente en países del Sur Global. Por ejemplo, una estrategia de eficiencia energética basada en sensores inteligentes y automatización puede ser viable para una multinacional, pero difícilmente replicable en una PYME de turismo rural con limitaciones tecnológicas y presupuestarias.
De igual manera, muchas veces se intenta replicar estrategias diseñadas en contextos culturales distintos, ignorando factores locales como las condiciones climáticas, los valores de las comunidades o las prioridades sociales. En América Latina, por ejemplo, la sostenibilidad debe entenderse también desde sus vínculos con la equidad, la informalidad laboral o la vulnerabilidad climática, aspectos que raramente están presentes en los modelos corporativos del Norte Global.
El enfoque de pertinencia: sostenibilidad con sentido
La sostenibilidad en el contexto empresarial no debería ser una lista de acciones predefinidas, sino un proceso que parte del entendimiento del entorno, los grupos de interés y la capacidad operativa de cada organización. Un modelo verdaderamente útil para una PYME es aquel que:
- Responde a los riesgos e impactos reales de su operación.
- Alinea sus objetivos con las expectativas de sus clientes, colaboradores y comunidades.
- Es viable técnica y financieramente.
- Reconoce la cultura organizacional y sus capacidades de cambio.

Por ejemplo, una empresa local de alimentos puede priorizar la compra de insumos a productores agroecológicos del área, en lugar de implementar una certificación internacional de alto costo. Ambas acciones buscan sostenibilidad, pero la primera tiene un mayor impacto social y territorial, además de ser económicamente más accesible.
Adaptar no es improvisar: cómo evitar copiar sin sentido
Una adaptación efectiva de modelos sostenibles requiere tres elementos clave:
1. Diagnóstico del entorno
Antes de definir cualquier acción, es esencial entender el contexto. Esto incluye aspectos normativos (¿qué exige la legislación ambiental local?), operativos (¿cuáles son los principales residuos o consumos de la empresa?), culturales (¿cómo se percibe la sostenibilidad en la organización?) y sociales (¿qué preocupaciones tienen los grupos de interés?).
2. Participación y escucha activa
Involucrar a las personas colaboradoras, clientela, proveedores y comunidad permite validar si una práctica propuesta es realmente pertinente o percibida como valiosa. Esta co-creación no sólo mejora la aceptación, sino que garantiza que las acciones estén alineadas con necesidades reales.
3. Evaluación de capacidades y escalabilidad
Una buena práctica debe poder implementarse con los recursos disponibles y tener potencial de mejora continua. Si requiere asistencia técnica externa, altos costos o un cambio drástico de procesos, quizás sea necesario redimensionarla o implementarla por etapas.
Ejemplos de adaptación con impacto
Muchas PYMES han demostrado cómo adaptar modelos sostenibles con éxito:
- Un emprendimiento de moda reutiliza telas de desecho de maquilas locales para crear productos únicos, reduciendo residuos y generando empleo femenino en comunidades rurales.
- Una cafetería urbana eliminó el uso de plásticos desechables no con alternativas importadas, sino involucrando a artesanos locales que fabrican empaques reutilizables con fibras naturales.
- Un pequeño hotel implementó un sistema de compostaje casero para sus residuos orgánicos, evitando la compra de tecnología extranjera que no podía mantener.

Estos casos muestran que la sostenibilidad puede ser creativa, contextual y profundamente transformadora cuando se diseña desde el territorio.
No se trata de rechazar las buenas prácticas internacionales, sino de aprender de ellas con espíritu crítico y adaptarlas con inteligencia. Las PYMES tienen una gran oportunidad de construir modelos sostenibles que respondan a sus realidades y fortalezcan su vínculo con el entorno.
Recordemos: copiar y pegar sostenibilidad puede salir caro, en dinero, tiempo y credibilidad. En cambio, diseñar estrategias con identidad propia es una inversión que genera valor social, ambiental y económico.
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Referencias bibliográficas:
- Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2023). Sostenibilidad empresarial en América Latina: desafíos y oportunidades para las PYMES. https://www.cepal.org
- International Trade Centre. (2023). SME Competitiveness Outlook 2023: Small businesses navigating sustainability standards. https://intracen.org
- UN Global Compact. (2022). Pymes y sostenibilidad: guía práctica para empezar. https://www.unglobalcompact.org
- Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2022). Empresas sostenibles e inclusivas en América Latina. https://www.ilo.org
