Nuestro hogar, nuestra casa, nuestra madre son palabras que constantemente escuchamos al referirnos a nuestro planeta Tierra. Pero que tan cierto y congruente son nuestras acciones con lo que se dice, ¿realmente sentimos que este es nuestro hogar?, una frase que muy comúnmente escuchamos es “cuídalo como si fuera tuyo”.
¿Serías capaz de dañar algo del cual conoces su valor incondicional y a su vez es de gran importancia para ti?
Entonces, ¿qué estamos haciendo mal? Porque si éste es nuestro hogar, no le tomamos la importancia requerida. No le estamos protegiendo.
Un informe reciente de la IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) la tercera y última parte del VI Informe que ha reunido durante cinco años el trabajo de más de 235 científicos de todo el mundo, cuenta con una advertencia clara: si las emisiones globales no se detienen y alcanzan su máxima altitud y finalmente empiezan a disminuir como mucho en tres años -para 2025-, será muy difícil evitar una catástrofe climática.
Tras años de polémicas sobre la gravedad del cambio climático y a falta de decisiones y acciones contundentes para mitigarlo por parte de las naciones del mundo, actualmente la ventana de actuación para frenar sus consecuencias ha quedado muy disminuida, nuestras posibilidades han sido limitadas. La crisis climática es uno del sin número de problemas que afectan a nuestro planeta.

¿Qué estamos viviendo?
Fuertes lluvias, inundaciones, deslizamientos, aumentos en el nivel del mar, extinción de especies, migraciones masivas son algunas de las consecuencias que nos ha traído la crisis climática y la poca protección a nuestros recursos. Nuestro planeta constantemente nos hace un llamado a la acción.
Un dato curioso que me hizo reflexionar es que el planeta ha atravesado por 5 extinciones masivas, de la cual todos conocemos la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (los dinosaurios). Todas éstas causadas por fenómenos externos incontrolables, pero estamos viviendo a sombras la sexta extinción a manos de los seres humanos.
Las principales causas son la pérdida y fragmentación del hábitat natural, la caza, el comercio, la sobreexplotación del territorio. Todo en camino a una extinción gradual.

No escapamos de la realidad
Panamá no se escapa de esto. También tenemos un compromiso con nuestro hogar y cada vez los esfuerzos se intensifican, pero no debemos detenernos, no creo que existan acciones perfectas, pero sí debemos accionar. La buena noticia es que aún estamos a tiempo de poner en marcha las transformaciones sociales y económicas necesarias para prosperar a pesar la crisis.
Generemos conexiones
En el marco del Día de la Tierra hago un llamado a establecer conexiones.
Vínculos que nos permitan generar empatía y nos permita finalmente establecer nuestro planeta como nuestro hogar. Un lugar donde busquemos un desarrollo óptimo y armónico, en el cual seamos capaces de cuidarlo y seguir prosperando.
Integrar a la sociedad es un factor clave, entidades, organizaciones y gobierno tienen la necesidad de crear ese sentido de pertenencia con la sociedad para que también sean parte del cambio.
Los vínculos generan conexiones y las conexiones sentimiento de pertenencia y protección. Por lo que los invito a conocer más sobre nuestra Tierra, cada una de las maravillas que este posee y lo trágico que seria perder todo lo que tenemos.